Durante el día están tus brazas en mi pecho,
y con solo un beso llegas a casa...,
aunque duermas sola en tu cama,
aunque estés acá con la mirada,
atraviesas el espeso suelo del deseo,
para volar en aguas y viento,
para sentirme en tu cuello,
como te pinto de besos,
en la distancia y en el espacio
que formamos con solo desearlo...
dejame ser quien cuide tus sueños,
dejame iluminar los días de penumbra
y en la lluvia compartir
la tierra húmeda del otro día,
que entra de un suspiro
y te llena de vida.